jueves, 14 de enero de 2010

7NENAS-7EDADES - YO - 14 AÑOS

¿Será que va a ser mejor? La primera vez no me gustó para nada. Ha pasado mucho tiempo desde eso. Más de un año. Fue en una fiesta, sobre unas escaleras. Cada vez que alguien abría la puerta salía la música y las risas de los que estaban adentro. Yo quería estar ahí. Bailando. Riendo. Pero Verónica ya lo había hecho. Yo no me podía quedar atrás. Él ni siquiera me gustaba. Era querido, pero no me gustaba. Me hablaba pero yo sólo oía la música que salía por la puerta. Intermitente. Y siguió la pregunta que terminaría en eso. “¿Quieres ser mi novia?” “Sí”, dije yo sin sentirlo. Intercambiamos una mirada nerviosa. Se me acercó. Se me acercó más. Y pasó. No sé cuánto duró. Sólo recuerdo sus babas. Tantas babas. Y el movimiento frenético de su lengua en mi boca. ¡Oh por dios! No es como en las películas. Ahora estoy aquí, parada frente a una casa de muñecas. Quisiera no haberme puesto este saco tan grande. Verónica tiene puesta una ombliguera de Minnie Mouse. Ya qué. Estoy aquí. Con él. Me gusta. No tanto como Miguel, pero me gusta. Tiene cuello ancho, como de boxeador. No parece de 14. Tengo ganas de hacerlo pero recuerdo esa primera vez y me da rebote. Tengo nervios. Y ganas de ir al baño. Va a pasar, lo sé. Lo veo en sus ojos. Ya sé reconocer esa mirada que lanzan los niños antes de hacerlo. ¿Qué tal que vuelva a ser horrible? No quiero que no me guste. Me habla pero yo sólo oigo un zumbido. Siento sus brazos en mi cintura. Quisiera ser tan flaca como Verónica. Se me acerca. Se me acerca más. Se siente distinto cuando el niño te gusta. Y pasa. No sé cuánto duró. Sólo sé que me gustó. No fue como en las películas, pero me gustó. Y recuperé la fe en los besos. Ahí, frente a una casa de muñecas. Mientras Verónica me miraba por la ventana.


14 YEARS OLD

Will it be better? I did not like the first one at all. It’s been a long time since then. Over a year. It was at a party, we were sitting on a stairwell. Every time someone opened the door, music and laughter would come out. I wanted to be there. Dancing. Laughing. But Veronica had done it already. I couldn’t stay behind. I didn’t even like him. He was nice, but I didn’t like him. He talked to me and all I heard was the music coming out the door. Intermittent. And then came the question that would end in that. “Would you like to be my girlfriend?” “Yes” I said, without meaning it. We exchanged a nervous look. He came close. Closer. And it happened. I don’t know how long it lasted. All I remember is his saliva. So much saliva. And the frantic movement of his tongue down my throat. Oh my God! It’s not like in the movies. I’m here now, standing in front of a dollhouse. I wish I hadn’t worn this big sweater. Veronica is wearing a Minnie Mouse tube top. It’s too late now. I’m here. With him. I like him. Not as much as Miguel, but I like him. He has a wide neck, like a boxer. He doesn’t look 14. I want to do it but I remember that first time and I feel nauseated. I’m nervous. And I want to go to the bathroom. It’s going to happen, I know. I can see it in his eyes. I can now recognize that look boys give right before they do it. What if it’s awful again? I don’t want to not like it. He talks to me but all I hear is a buzz. I feel his arms around my waist. I wish I were as skinny as Veronica. He comes close. Closer. It feels different when you like the boy. And it happens. I don’t know how long it lasted. I just know I liked it. It wasn’t like in the movies either, but I liked it. And I recovered my faith in kisses. Right there, in front of a dollhouse. While Veronica looked at me from the window.

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